Las Flores de Bach son un regalo que la Madre Tierra nos ha dejado. Su descubridor, Edward Bach, tuvo la gran sensibilidad de conectar con el poder de las 38 flores y transmitirnos sus beneficios.

Edward Bach sentía que las enfermedades físicas tienen un origen emocional y que, si los conflictos emocionales subsisten por mucho tiempo, la enfermedad del cuerpo empieza a aparecer. Sin embargo, al restaurar el equilibrio emocional se resuelve la enfermedad física.

El conjunto consta de 38 flores dividida a su vez en siete grupos que tratan: miedos, falta de interés, incertidumbre, soledad, hipersensibilidad, ideas externas, desesperación y preocupación excesiva por los otros.

La terapia con las Flores de Bach es un tratamiento natural y vibracional basado en la preparación de elixires florales personalizados. Estos remedios naturales impulsan nuestro autoconocimiento y desarrollo personal, nos ayudan a armonizar los desequilibrios físicos, emocionales y espirituales, a fortalecer la autoestima otorgándonos un estado de paz, relajación, alegría y vitalidad, mejorando así el estado de ánimo.

A la hora de realizar la terapia, se requiere de un encuentro entre el terapeuta y el consultante, desde una postura de apertura emocional, en la que se realiza una escucha activa y empática con la intención de hacer la combinación más apropiada de las flores que la persona necesita en su proceso de sanación.